Oración a la bandera
Quédate en el cielo, amor, no bajes.
Aquí abajo,los grises son tan grises que, de algún modo gris, van a ultrajarte.
Y sos tan linda allá, tan nomeolvides, -simple ademán de madre por el aire-
que si caes, amor, con la ternura con que caen las hojas de los árboles;
si llegas a caer, acaso nunca vuelvas a ser tan cielo ni tan madre.
Déjanos a nosotros, los humildes,
los que nunca te usamos ni abusamos de tu inmenso silencio planetario,
que cuidemos la altura donde habitas,
celestemente hermosa, como el aire. Déjanos a nosotros.
De los otros, es piadoso no hablarte.
Armando Tejada Gómez.
1977